Hablar del Amor y Sentirlo

Para hablar del amor sugiero considerar que todo lo que se pueda decir acerca del amor sólo es una mínima parte de lo que realmente es. Lo real, lo profundo, los trascendente no puede ser expresado en palabras, incluso las palabras contaminan el significado de los valores. Por esta razón, me expresaré desde la experiencia personal mía y no desde el deseo, desde la vivencia y no desde las “teorizaciones”, desde lo que siento y no desde lo que pienso. El amor que conocemos, o buscamos y del que tanto hablamos NO ES amor verdadero, sino una copia, una intimación, un pseudo amor, un amor por atracción física (física, me refiero a no sólo lo físico sino su forma de hablar, de caminar, de pensar…), es como que le hemos cambiado su verdadero significado y eso es lo primero con lo que hay que luchar cuando queremos profundizar en algo, que, casi seguro, todo lo que sabemos sobre ese algo es incorrecto. Hay que buscar lo verdadero.

Parto de esa base. No sabemos nada sobre el amor verdadero. Y lo que sabemos está muy contaminado por experiencias, vivencias, creencias, “educastraciones” egóicas o superficiales, que no son malas, sino que de ellas no se pueden sacar conclusiones acerca del amor. De todo lo leído sobre amor, desde la filosofía, la teología, la poesía y la mística, sólo puede rescatar una definición de la más precisa de entre millones de palabras y es de Osho, él dice: “El amor no es una relación sino aquello que nos relaciona con el todo.” Un día tomé medicina chamánica (Yajé) para consultar con la sabiduría espiritual de esta planta de poder del amazonas colombiano, y le pregunté a uno: “¿Qué está pasando con el amor en los seres humanos? La respuesta es para un libro, toda la noche estuve viendo y comprendiendo las raíces del porqué no amamos, del porqué el amor es algo tan “difícil” para los humanos y del porqué sufrimos a causa del amor. Uso estas tomas de Yajé para ver y comprender, para profundizar en temas e ideas, en resumen, la revelación fue increíble, me metí dentro del amor, como entidad viva, como si me metiera dentro del corazón de una persona y sentí desde el seno mismo de la esencia del amor algo terrible, sentí el rechazo de los seres humanos, no me aceptan, dicen que quieren amar pero no es verdad; he comprobado con cientos de personas y cada uno me dice algo a modo de excusa para no dejarme entrar en ellos, me dicen: “Tú me haces sufrir…”, “Tú eres peligroso…”, “Tú me descontrolas…”, “Tú me vas a llevar por espacios desconocidos…”, “Tú me das miedo…” incluso muchos me dicen: “Tú no existes…” Pude experimentar que siente el amor con nuestra actitud y pude comprender esto tan terrible que es la realidad que el Amor se ha ido, eso me dijo: “Me marcho ante tanta negación, ante tanto miedo hacia mí, pero siempre estaré disponible para quien me llame.” Y agrego: “Me llaman muy pocos, y veo su corazón, veo en quien me convoca la intención de darlo todo a cambio de nada, de aceptar incondicionalmente la vida, la realidad, las personas y todas las cosas tal y como son, veo en cada uno que me invita la autenticidad de su entrega y la realidad de su apertura y entonces me hago presente. Mi presencia es la recuperación con la unidad, te devolveré a la totalidad. Soy la unión que habita en la nada y que todo lo complementa...”

El amor me “dijo” a mí: “Eres bienvenido a la vida, tenías que estar así como eres en la existencia.” Esto produjo en mí un efecto ilimitado, me reconecté conmigo mismo, recuperé mi dignidad, me devolvió mi esencia y me hizo ver que la creación es incondicional con la creación misma. Así nació en mí la posibilidad real de amar, pero no desde la superabundancia. Gracias al amor, descubrí o más bien, redescubrí el significado de vivir después de mi enfermedad de herpes “Zoster” de la cual me estoy recuperando. Siento muchísimo menos dolor que antes, gracias al amor verdadero, incondicional y desinteresado de las personas en la Escuela y otras

personas de mi vida en general.

ROSS GALÁN

Coach Personal

Escuela de Inteligencia